Esa ambición gordiana fluyendo en las venas
ese dominio del corredor de Maratón
esa renuncia a la renuncia de todo
abrir los pulmones y expulsar un huracán
sin nombre de mujer
sin nombre de mujer
y matar nombres sin piedad
sin culpa
Poseso en el éxtasis
librado a un hacha sin filo
que hiere la madera expiatoria e inocente
mímesis de un sueño realizado
mímesis de un sueño realizado
y una paz tan dueña de mi piel...
Los pensamientos libres como el aire
tan oscuros y voraces,
almas en pena absueltas, absurdas
un hacha para cortar cadenas enredadas
un fuego para exorcisar fantasmas
un sortilegio de bienestar.
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