I
Oscuro
Viento que inhuma el vientre
suelo blando blindado tiemblo
sueño el día de la habitación libre
miento el llanto invisible para sus ojos
lo pienso lo modelo lo resaco lo cielo
lo dibujo en el muro prisma del pincel
disiento la ciénaga fangosa de lo eterno
linterna que opaca un bichito de luz
en el lado oscuro de una luna nueva
media el tedio el desorden crispante
e insinúo disfrazarme de cometa
fuera de los ojos y de la órbita.
II
Una
orilla
Los pies mojados la espuma prístina
brilla la calma de este lado de la orilla
siempre de este lado atrás de un recuerdo
en otra orilla África Europa el Infierno qué más da
una orilla fuera de la corriente
a salvo
aunque me pidiesen a versos que no me salve
contemplo el tiempo en la piel ajena
y no pienso en nada en nada
nada más que África Europa el Infierno
qué más da.
III
Diamante
Dime tu piedra tu tierra tu desilución
canta la selva la siembra la agonía
repetida reiterada resentida reinstalada
en el fondo de una placa subterránea
subsumida al gusto táctil dúctil fútil
de huellas dactilares que se fueron
dime sin timos de tahúr amable
tu verdad díscola innombrable
deidad en guerra en capricho enceguecida
dime el puerto en el que zarpa tu holograma
de ventanas abiertas y atravesadas por el sol
no me muestres tus anhelos minerales
milenarios desvelos despegos desvanes
retazos imanados de sueños corrientes
sólo pinta el aire de fuego
y brilla.
Román Armas
(2015)